Estimulación en casa con mis mellizos


La estimulación temprana no significa propiamente educar tal y como se ha venido haciendo tradicionalmente, sino que consiste en aplicar una serie de técnicas y actividades recomendadas para cada etapa de la progresión del niño, reforzando, incentivando y mejorando sus habilidades, con el objetivo de que adquiera una mayor autonomía en el mundo, y, aun más importante, se convierta en una persona feliz.

Este tipo de estimulación esta reñida, principalmente con ejercicios en casa a través del juego y a partir del primer día de vida del niño. Los padres somos los principales agentes en la formación de nuestros hijos.

Durante los primeros 3 años, los niños indagan, analizan, investigan, descubren, se desarrollan y aprenden muchas cosas sin necesidad de que les enseñemos. El cerebro aprovecha todas las posibilidades de aprendizaje y en esta edad está más receptivo, es por eso por lo que cobra tantísima importancia la estimulación, siempre mediante el juego y sin forzar al pequeño.

Os sorprendería saber la cantidad de cosas, que ya hacéis, y sin saber, trabajáis esa estimulación. Hace unos días, mostraba en Instagram una foto de mis mellizos trabajando la estimulación sensorial táctil, solo con unos garbanzos en un bote y permitiéndole tocar, siempre vigilando, por qué ya sabéis que llega un nanosegundo para que se lo lleven a la boca, pero por miedo, no podemos dejar de ofrecerles recursos que para ellos son tan interesantes.


Mis peques en este momento están en esa fase en la que todo, lo abren y lo cierran 10.256.789 veces, guardan y sacan juguetes, pero no menos importante, suben y bajan de todo lo que se encuentran. Y esta actividad, realmente es muy importante, el enseñar a tu bebe a sentarse en su sillita no solo es una actividad educativa; con ella practica la flexión de las piernas y el movimiento de las caderas. El estar sentado le obliga a erguirse y a corregirse posturalmente.





Comenzaremos a mostrarle esta nueva forma de sentarse en una silla baja o apta para bebes, con respaldo firme y con brazos, de manera que pueda acceder a ella fácilmente y de forma segura. Una vez lo consiga, ¡le encantara volver a levantarse! y créeme... ¡no parara!

El sillón de la reina
que nunca se peina.
Un día se peinó...
y el sillón se rompió.

Si te interesa saber más sobre este tema, te invito a visitar este artículo de Guía Infantil.

¡Un beso corazones y Feliz Jueves!

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