Beneficios de la naturaleza en los niños

La vida actual es completamente estresante: padres trabajando, niños en actividades extraescolares todo el día, pocos momentos para descansar y disfrutar en familia, consolas, tablets, Smartphone en niños súper pequeños y todo esto cada vez más alejados de espacios de esparcimiento en sitios naturales y de los beneficios de la naturaleza en los niños.




Hace un tiempo mantenía una conversación con un padre que me decía que él estaba completamente seguro de que los niños criados en ciudades tenían muchos más estímulos para crecer con conocimientos que los niños de pueblo. Imagino que se refería a los museos y todas las actividades que puedes conseguir en una gran ciudad, y yo que soy fiel defensora de la vida en el pueblo reconozco que me hizo dudar un poco de si tenía o no razón, por lo menos me hizo detenerme a pensarlo y analizarlo. Muchas veces me reconozco diciendo:
Ojalá en el pueblo tuviéramos más actividades culturales para niños. Hacen falta más cuenta cuentos, títeres, teatro, exposiciones y muchas más actividades lúdicas de las que hay...
Y es cierto, creo que esa mezcla es necesaria y les aporta una riqueza de un valor incalculable para su desarrollo, pero rápidamente me reafirmé en mi teoría: Los beneficios de la naturaleza en los niños superan con creces estas carencias.




Hablo por mi propia experiencia, estos días en los que no ha parado de llover lo pude comprobar aún más. Sergio y Sebas estaban irascibles, agitados, con juegos brutos y muy acelerados, peleando constantemente por todo, y si no había motivo se lo inventaban, por mucha plastilina, juegos, colores y todo lo que les proporcionaba para jugar con ellos, no se calmaban. Justo cuando sale el sol, o cuando el tiempo nos da una tregua y salimos a dar paseos por el bosque ocurre el milagro, ya no se aburren, su creatividad se acrecenta, se inventan juegos los dos, son detectives, policías, escaladores, ya no pelean, en esos momentos trabajan en equipo, buscan pequeños tesoros, se emocionan pensando en que manualidad pueden hacer al llegar a casa, aprenden de insectos, de plantas, de animales, valoran mucho el medio en el que viven y respetan el entorno, corren, se ensucian y se nutren de la tierra, y como dice Sergio "Viven nuevas aventuras"










Para ellos estar en contacto con los árboles, bosques, ríos y todo lo que se encuentran en este entorno los hace aprender y desarrollarse porque lo experimentan al 100% y agudizan sus sentidos. Les viene de maravilla para despejarse de su rutina diaria, no están pendientes de otros agentes como la tv o los juegos, allí solo son ellos con lo que se encuentran y una hoja o una piedra puede convertirse en cualquier cosa en su cabecita.




Creo que el contacto que puedan tener con la naturaleza les dejará una huella que no se les olvidará y les servirá en un futuro, yo personalmente recuerdo de una manera especial esa primera etapa de mi niñez que pasé aquí, antes de irme a Venezuela, recuerdo como jugaba a las cocinitas y el agua y la tierra eran mis menús favoritos, recuerdo como corría por el monte y jugaba sin parar todas las tardes, sin embargo no recuerdo con tanta precisión cosas de cuando estuve en Venezuela y era más mayorcita, pero vivía en un piso y en plena ciudad. Esa época que pasé aquí dejó una gran huella en mi. Además, se crían en un entorno mucho más sano y menos contaminado y estoy convencida de que todas estas experiencias los hace más autónomos y seguros.

También hay estudios que demuestran que los beneficios de la naturaleza en los niños inciden directamente en el movimiento, y la neurociencia ha demostrado que este tiene repercusión en el número de conexiones neuronales y favorece una organización cerebral rica y variada, una mayor plasticidad, de modo que favorece el desarrollo intelectual y el aprendizaje cognitivo.





Obviamente no todos pueden/quieren vivir en el campo, pero pienso que es fundamental permitirle a los niños disfrutar de esta experiencia cada vez que les sea posible, cambiar un poco la casa, tv y consolas por paseos en la playa, la montaña, o al lado de un río, sin nada más que hacer que disfrutar del entorno y de esas experiencias que los enriquecerán tanto.

¿Qué pensáis vosotros? ¿Sois más de ciudad o de pueblo? ¿Conocéis todos estos beneficios de los que os hablé por aquí?



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